Descubrimos el lago Sandoval durante una ruta por la región de Puerto Maldonado, a las puertas de la Amazonia. Salimos en barca desde nuestro ecoalbergue, que estaba a orillas del Madre de Dios, el río que atraviesa Perú, Bolivia y Brasil. Navegamos por este bonito curso de agua a lo largo de pasos estrechos, entre junglas y pantanos.
Entre los cacareos lejanos de los loros y los alaridos, a veces inquietantes, de los orangutanes, nos deslizamos suavemente hasta aquel magnífico lago, perdido en el corazón de un paraíso secreto de verdor.
Solo metimos un poco los pies, ya que no éramos los únicos testigos de la belleza del lago. En aquella región... ¡las pirañas son legión! Ciertas cosas se saborean únicamente con la vista, lo cual tampoco estuvo nada mal.