Pasé por este lago deprisa y corriendo (un pequeño tentempié por las alturas y continuamos el viaje), la perspectiva de meter el cuerpo en las aguas termales hicieron acelerar el paso a todo el grupo.
Guardo un recuerdo emocionante, aunque el sorprendente espectáculo que nos esperaba estaba a la vuelta... El lago de Viconga es inmenso, perdido en medio de un paisaje asombroso. Aquí todo es de tamaño XXL. El detalle gracioso de la historia hace el cuadro aún más pintoresco: es también el lugar favorito de un rebaño de alpacas. Algunas personas habían instalado sus tiendas en la orilla de estas aguas de azul profundo, imagino que para garantizar una total quietud.
¿Qué más decir? Ya seas un aficionado a la montaña o tan solo un princiante, un desvío por la Cordillera de Huayhuash en tu viaje por los Andes es una magnífica idea.