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48 horas en Río de Janeiro: ¿qué ver y qué hacer?

Por Julien Hirsinger, el

Naturaleza fabulosa, playas de ensueño y buen ambiente por todos sitios: haría falta una vida o dos para exprimir todo el encanto de Río. Pero cuando no se tienen más que 48 horas, más vale preparar la visita con todo detalle para salir a descubrir la ciudad más animada de Brasil. Aquí os dejamos nuestras recomendaciones.
Escaleras en el barrio de LapaEscaleras en el barrio de LapaEscaleras en el barrio de LapaEscaleras en el barrio de Lapa

El Pan de Azúcar, Corcovado, playas infinitas, buen ambiente… ¿por dónde empezar estos dos intensos días en Río

Primer día

Por la mañana: directos al Pan de Azúcar

A veces hay que ir al grano: no podríamos imaginar una estancia en Río sin pasar por este extraño bloque granítico que es el símbolo de la Cidade maravilhosa (ciudad maravillosa) y por sus curvas hipnotizantes. El Pan de Azúcar es uno de los lugares que tienes que ver en Río, por lo tanto, mejor visitarlo al principio, sobre todo porque desde ahí arriba hay unas vistas geniales, que te permitirán observar la extraña toponimia de esta ciudad situada entre el mar y la montaña y atravesada por un bosque tropical.

Vistas desde Pan de AzúcarVistas desde Pan de AzúcarVistas desde Pan de AzúcarVistas desde Pan de Azúcar

A menos que practiques la escalada, podrás subir al Pan de Azúcar gracias a un teleférico de dos paradas, pero se aconseja hacer la primera parte andando (aproximadamente 30 minutos) hasta la cima del Morro da Urca. Durante esta subida se pueden contemplar las vistas sobre las otras “estrellas” de Río: playas, Corcovado y el puente de Niteroi, entre otros. Si quieres alargar al máximo este momento de ensueño, también se puede hacer un vuelo en helicóptero desde la cima del Pan de Azúcar. Verdaderamente impresionante.

Última hora de la mañana: Corcovado

Seguimos con el otro morro (colina) emblemático de Río: Corcovado, donde se encuentra la estatua del Cristo Redentor, erigida en 1931 bajo las instrucciones del escultor francés Paul Landowski. Se puede llegar en taxi o en tren cremallera atravesando el bosque tropical, donde de repente aparece la imponente estatua del Cristo con los brazos abiertos sobre la ciudad.

El Cristo Redentor sobre Río de JaneiroEl Cristo Redentor sobre Río de JaneiroEl Cristo Redentor sobre Río de JaneiroEl Cristo Redentor sobre Río de Janeiro

La subida a Corcovado es ya de por sí un espectáculo inolvidable, pero la vista que hay desde la explanada es aún más impresionante. Desde aquí se ve toda la bahía de Guanabara, con sus playas, islas y el Pan de Azúcar.

Mediodía: el barrio bohemio de Santa Teresa

Desde Corcovado, se puede pedir un taxi a Largo dos Guimarães, en pleno barrio hippie-chic de Santa Teresa. Edificios nobles y antiguos, un ambiente de pueblo, callecitas en pendiente recorridas por un tranvía amarillo: hace unos años se trataba de un barrio olvidado, pero hoy Santa Teresa es un barrio muy atractivo y bohemio, hay muchos bares con música, tiendas de diseñadores y hoteles trendy (Mama Shelter, Mgallery Santa Teresa) que se han instalado en la ladera de la colina.

Un tranvía en las calles de Santa Teresa, barrio en Río de JaneiroUn tranvía en las calles de Santa Teresa, barrio en Río de JaneiroUn tranvía en las calles de Santa Teresa, barrio en Río de JaneiroUn tranvía en las calles de Santa Teresa, barrio en Río de Janeiro

Pero hombre, ¡si ya es la hora de comer! ¿Por qué no aprovechar que estáis en Santa Teresa para ir al Bar do Mineiro y comer una auténtica y generosa feijoada en medio de un popurrí de arte popular y otros objetos singulares?

Por la tarde: el lado urbano de Río

Durante la tarde puede hacer mucho calor en Río, sobre todo después de una feijoada... ¿Por qué no ir a refrescarse a una iglesia? Desde Largo de Guimarães, puedes subir a un bondinho (tranvía) que desciende rápidamente la cuesta hasta el Centro para refugiarse al fresco, entre las extravagancias doradas de la iglesia del Convento de San Antonio.

Teatro municipal de RíoTeatro municipal de RíoTeatro municipal de RíoTeatro municipal de Río

Puede ser un buen momento para recapitular sobre la lista interminable de cosas que hacer y ver en el Centro: contemplar las fachadas y el interior del Teatro Municipal o de la Biblioteca Nacional, perderse por las callejuelas del barrio de los anticuarios o sumergirse en la modernidad en el nuevo decorado de la Praça Mauá, sede del sorprendente Museu do Amanhã (Museo del mañana).

Final de la tarde: Lapa, fiesta constante

La noche va cayendo poco a poco, así que es hora de dirigirse al micro-barrio de Lapa, epicentro de la fiesta carioca. Samba, forró (música del noreste), MPB (Musica Popular Brasileira), pero también rock'n roll: en las callecitas de Lapa, hay música para todos los gustos, todo el mundo se junta con una sonrisa en los labios, con una copa en la mano, pasando de mega discotecas a pequeños bares informales, en medio de graffitis y de vendedores ambulantes de cachorros-quentes (hot-dogs).

Una calle en Lapa, RíoUna calle en Lapa, RíoUna calle en Lapa, RíoUna calle en Lapa, Río

Segundo día

Por la mañana: en busca de frescor en el Jardín Botánico

Tras una noche en Lapa, quizá no madrugues mucho al día siguiente. Por lo tanto, puede estar bien empezar el día de una forma agradable, escapando del bullicio de la ciudad para refugiarse en el frescor vegetal del Jardim Botânico.

Jardín Botánico de Río de JaneiroJardín Botánico de Río de JaneiroJardín Botánico de Río de JaneiroJardín Botánico de Río de Janeiro

En este jardín grande y delicado conviven 6.000 especies. Lo fundó el rey João VI, a comienzos del siglo XIX. El jardín también ha dado nombre al barrio que lo rodea, uno de los más tranquilos y verdes de todo Río, con algunas joyas como la residencia del Parque Lage a partir de donde empieza a elevarse el bosque tropical y el Corcovado.

Mediodía: Restaurante por kilo, el menú a medida

¿No te apetece perderte en los entresijos de una carta en portugués? Entonces los restaurantes por kilo serán perfectos para ti. Funcionan de una forma muy simple: un buffet en el que tú eliges lo que quieres ponerte en el plato. Luego pesarán el plato para determinar la cuenta.

Comida en un restaurante por kiloComida en un restaurante por kiloComida en un restaurante por kiloComida en un restaurante por kilo

Lúdico, de buena calidad y fácil de encontrar, esta fórmula te permitirá seguramente descubrir delicias desconocidas que quizá no hubieses elegido en un menú normal.

Por la tarde: a la playa en bici

Leme, Copacabana, Ipanema, Leblon: ¿te hacen soñar estos nombres? Tienes razón: las playas de Río son igual de animadas que de bonitas. Pero si quieres descubrirlas caminando, tendrás que poner de tu parte porque hay aproximadamente 8 kilómetros entre el destino 1 de Leme y el destino 12 de Leblon...

Carril bici a lo largo de las playas de Río de JaneiroCarril bici a lo largo de las playas de Río de JaneiroCarril bici a lo largo de las playas de Río de JaneiroCarril bici a lo largo de las playas de Río de Janeiro

Pero tienes suerte: hay un carril bici paralelo a la playa, lo que te permitirá juntarte al grupo de ciclistas, joggers y skaters para recorrer las playas urbanas más bonitas del mundo. Durante el camino puedes parar en un kiosque para beber un zumo de coco, adentrarte en uno de los palacios de la costa o, porqué no, darte un remojón con las olas.

Final de la tarde: puesta de sol en Arpoador

Entre Copacabana e Ipanema se encuentra la playa de Arpoador, que tiene una roca desde la que hay unas mágicas vistas del sol poniéndose sobre el mar. Un espectáculo diario apreciado por los visitantes, pero sobre todo por los Cariocas, que vienen en familia o entre amigos para admirar los colores alucinantes que adquieren la playa y la ciudad. La gente suele aplaudir cuando el sol desaparece. Y la verdad es que el espectáculo lo merece.

Puesta de sol en Arpoador, RíoPuesta de sol en Arpoador, RíoPuesta de sol en Arpoador, RíoPuesta de sol en Arpoador, Río

Después de haber probado el agradable ritmo de vida de la ciudad Carioca y de haberte dejado llevar por su encanto, lo más difícil será irse de la ciudad. Pero no te preocupes si Brasil tiene muchas otras maravillas por descubrir, habrá otras oportunidades de volver. Ponte en contacto con una de las agencias locales de Evaneos para que os ayuden a diseñar el circuito ideal.