Los trámites pueden llegar a ser complicados y angustiosos. La administración rusa pondrá tus nervios a prueba y durante las tramitaciones tendrás que enfrentarte a las numerosas exigencias e incomprensiones del sistema administrativo ruso.
Trámites para viajar a Rusia
La obtención del visado es un proceso largo así que lo mejor es armarse de paciencia. Tienes dos opciones: obtener el visado por tu cuenta o pasar por una agencia. La primera opción es más económica pero requiere más trabajo.
En primer lugar, antes de iniciar cualquier trámite con la administración rusa, asegúrate de que tienes todos los documentos necesarios. Después, tendrás que acudir a la central de visados rusos. Los documentos necesarios en la aduana son los básicos: un pasaporte en regla, las pólizas de los seguros y la famosa carta de invitación. Este último documento es el más complicado de obtener. Si contratas una agencia de viajes, el proceso es más sencillo ya que ellos se encargan de pedir las cartas de invitación a los hoteles. Sin embargo, si te alojas con un amigo o si vas a trabajar o a realizar unas prácticas, la carta de invitación tendrá que proceder de la persona que te acoge o del organismo que te contrata. Hasta aquí ningún problema...a no ser que las personas que tienen que realizar estos documentos no entiendan lo que les estás pidiendo, los requisitos que tienen que cumplir, etc. Por eso se recomienda iniciar los trámites con dos o tres meses de antelación, o incluso más si es posible. Esto evitará que pases estresado los últimos días antes del viaje. Por todas estas razones lo mejor es pasar por una agencia de visados, sobre todo si no has contratado un viaje organizado.
Una vez hayas reunido todos los documentos, no te presentes directamente en el consulado ruso ya que ellos no entregan los visados. El siguiente paso es pedir cita en la central de visados rusos.
Cuando consigas la cita, no cantes victoria. Te espera una cola gigantesca a la entrada del centro. Puede que este maravillosa etapa del proceso acabe con tu paciencia. Aunque es mejor no llamar mucho la atención o armar un escándalo. Tampoco cantes victoria cuando logres entrar al centro. Antes de hacer cola para que te atiendan, es importante que verifiques el formulario que has rellenado previamente y lo compares con los que están disponibles en el centro. Las impresiones de los formularios pueden variar dependiendo de la impresora y si los márgenes de tus documentos no tienen el formato requerido, puede que rechacen tu solicitud.
Una vez todo esté perfecto y llegues a la ventanilla intenta no parecer desconfiado ante la mirada inquisidora de la persona que tienes delante. Ten en cuenta que si deseas viajar a regiones poco frecuentadas por los turistas te harán algunas preguntas.
Esta larga experiencia ensombrecerá un poco las expectativas de tu viaje a Rusia. Pero no entres en pánico, los rusos no suelen ser tan desconfiados.
El control y las aduanas
La obtención de la documentación, como has visto, puede ser algo tedioso. Es el único trámite que pondrá tus nervios a prueba. En principio, a menos que te busques algún problema en el aeropuerto, no tendrás ninguna complicación en la aduana. Antes de que aterrice el avión, el personal a bordo distribuirá un formulario que deberás rellenar (nombre, apellidos, fecha de nacimiento, duración de la estancia, motivos del viaje e itinerario en Rusia) y entregar en la oficina de control de la documentación. Todo debería ir bien. Dicho esto, la policía rusa tiene una reputación horrible y como persona extranjera en el país, lo mejor es no llamar mucho la atención.
En cuanto al control del equipaje, todo funciona igual que en España, se siguen las mismas normas. Sin embargo, el personal en Rusia parece menos generoso con el peso de las maletas.
Una vez superados todos los obstáculos, por fin serás libre y podrás olvidarte rápidamente de todos estos momentos de angustia para disfrutar de tu estancia en Rusia.
