Ubicado en el corazón de un espacio virgen en el Sud-Lípez boliviano, en la frontera con Chile la Laguna Verde es un lago salado rodeado de volcanes y de estepa. ¿Su peculiaridad? Su color turquesa debido a los sedimientos del suelo. Es durante las 12h y las 14h que la extensión verde muestra sus tonalidades más hermosas.
Alcanzando los 4 metros de profundidad, la laguna es un área de alimentación de los flamencos rosados que habitan la zona. Un angosto estrecho une la Laguna Verde con la Laguna Blanca, una laguna de agua salada de un blanco brillante. Cuenta una media hora de caminata para llegar a la otra extensión de sal.
Un lugar imprescindible a lo largo de un recorrido por Bolivia, Sud-Lipez es sin duda una de las regiones más hermosas de Bolivia. Lo recomiendo una y otra vez.
La increíble provincia de Sud Lípez, en Bolivia, no dejará de maravillarte. En la reserva nacional de fauna andina Eduardo Avaroa, descubrirás una laguna cuyo color esmeralda se debe a su fuerte concentración de minerales. La Laguna Verde será un momento mágico de tu viaje por Bolivia.
Te enamorará el reflejo del volcán Licancabur, de 5960 metros de altura, en las aguas increíblemente verdes de la Laguna Verde. No te olvides la cámara de fotos, porque, aunque sea un tópico, no te lo puedes perder. Sin embargo, camina despacio, porque la laguna está casi a 4300 metros de altitud. Por un pequeño estrecho, se junta con las aguas de la Laguna Blanca, que también merece mucho la pena.
Después de descubrir la laguna Blanca, toca ver la laguna Verde. Después de la extensión de blancura, surge el verde a pocos minutos de viaje. Al ver el programa, muchos se preocupan cuando ven tantas lagunas, pero quédate tranquilo: ¡estas se vuelven más atractivas cuando tienes en cuenta los diferentes colores y paisajes!
Cuando fuimos no hacía viento, así que la laguna Verde no tenía un color esmeralda tan marcado como cuando sopla el viento. Aun así, se sigue apreciando ese mismo color gracias a que la laguna tiene sedimentos de cobre. Además, tiene magnesio y arsénico. En sus tranquilas aguas se refleja el volcán de Licancabur. No logramos sacar la foto de postal de las aguas de un profundo color verde, pero la escena sigue siendo increíble.