A menudo, a la hora de preparar un viaje, surge la duda de si viajar en solitario o acompañado de un guía. Una solución que puede ser interesantísima durante un viaje a Brasil, al menos para visitar algunos destinos (sobretodo aquellos que están menos preparados para recibir a los turistas), o las ciudades más grandes.
Son muchos los turistas que viajan a Brasil y que dicen tener problemas durante su estancia por la barrera del idioma. Cabe recordar que, en realidad, es de ilusos creer que podremos apañarnos con nociones básicas de español, ya que esta lengua no tiene nada que ver con el portugués. Y allí, en cuanto al inglés, apenas lo controlan un poco en las grandes ciudades, pero fuera de éstas menos aún. Siendo así, contar con un guía os será de muchísima ayuda sin duda.
Os aportará información de calidad.
A pesar de las apariencias, no es tan fácil entrar en Brasil; si elegís acompañáros de alguien que os permita orientaros con más fácilídad tanto en las ciudades como en general en todo el país, además de para conocer la cultura y costumbres, puede llegar a ser una elección acertadísima. Si bien se ha realizado esfuerzos por mejorar a raíz del mundial de fútbol, todavía es bastante deficiente la señalización viaria y de museos y puntos de interés. Lo mismo pasa con los horarios de apertura de algunos lugares históricos e iglesias para visitar. Viajar con un guía es sinónimo de garantizaros que no os encontraréis con el problema de llegar a un sitio que no podréis visitar por falta de buena información. Así pues, ¡también es la mejor forma de ganar tiempo!
Entusiastas de la historia, la geografía, la ciencia, la cultura, y demás: preparáos para descubrir sitios con escasísima señalización explicativa (si es que la hay) y que en su mayoría sólo se ofrecen en portugués. Lo mismo para las visitas guiadas. Si en general preferís viajar de forma independiente, quizás sea aún mejor planificar algunas visitas acompañados por un guía, no solo por los rincones algo más remotos, como el Pantanal o el Amazonas, sino también destinos culturales como las ciudades históricas de Minas y Salvador, por ejemplo. Teniendo un guía siempre podréis aprender más que si os limitáis a leer únicamente la media página dedicada a este tema en vuestra guía de viajes.
¿Queréis un extra en vuestras visitas a las grandes ciudades?
En grandes ciudades como Río de Janeiro o Sao Paulo, además de la gran ventaja que os supone en ahorro de tiempo para no perderos en ellas, tan enormes y complicadas, es bueno tener a alguien que os indique cuáles son los mejores lugares para descubrir la vida real de los cariocas y paulistas. Además, un guía os ofrecerá la posibilidad de salir un poco de las rutas más trilladas para descubrir auténticas joyas alejadas de tanto turista.
Para un destino tan rico como lo es Brasil, tras hablarlo con el guía, este también os puede orientar acerca de excursiones en las que quizás no hayáis pensado y que os puedan gustar. Alguien que se conozca el país al dedillo no podrá sino que ofreceros la mejor información y direcciones como visitantes. Es la perfecta solución, en definitiva, para quienes no quieren complicarse organizando personalmente su viaje o estancia.
