Durante mi viaje por Estados Unidos, tuve la oportunidad de detenerme bastante tiempo en el Parque Nacional de los Arcos, que, en mi opinión, es uno de los más bonitos de toda Norteamérica.
Recuerdo perfectamente el asombro que sentía según iba viendo las construcciones que la naturaleza había ido creando caprichosamente con el paso del tiempo: arcos, dobles, triples, delicados, enormes... ¡Todo un regalo para la vista!
Te aconsejo que no dudes en adentrarte en el interior del parque, hacia el Devil's Garden o incluso el Fiery Furnace, dos lugares hasta donde el público no suele llegar y que son ideales para hacer senderismo, pasar tiempo en soledad y hacer bonitos hallazgos.
En cualquier caso, no te olvides de llevar agua y un sombrero, porque en Utah hace calor, mucho calor.
Si tienes ocasión de pasar por el Parque Nacional de los Arcos durante tu itinerario por Estados Unidos, ¡no lo dudes! Las rocas de color rojo intenso te darán la sensación de estar realmente en un western.
El Parque Nacional de los Arcos, situado al este de de Utah, está incluido en el pase «America the Beautiful», que cuesta 80 $ y ofrece un acceso ilimitado a todos los parques nacionales de Estados Unidos durante un año.
Entre los puntos de interés, me gustaron especialmente «Delicate Arch», «Double Arches» o incluso «Balance Rock». Estos se encuentran cerca de la carretera. El más alejado está a 30 minutos a pie, lo cual es ideal si tienes poco tiempo. Sin embargo, la visita adquirirá otra magnitud si te tomas tu tiempo para hacer un par de rutas de algunas horas entre los arcos y los acantilados.