Albuquerque es, para mí, sinónimo de paisajes lunares y desérticos, como los que podemos ver en las películas o series de TV (como Breaking Bad, por ejemplo). Pero la ciudad es relativamente verde a pesar de su clima también árido.
Lo que mejor recuerdo de mi visita es la comida y la influencia de los indios en la ciudad. La gastronomía es bastante famosa en Albuquerque. Te recomiendo que hagas una excursión al Centro Cultural del Pueblo Indio, lugar gestionado por auténticos indios americanos en el que podrás degustar los platos típicos y tradicionales de la región. ¡Cuidado, pica! (incluso el desayuno).
También me gustó mucho el Monumento Nacional de los Petroglifos. Bastante cerca de la ciudad, ofrece senderos para la marcha y algunas explicaciones sobre la presencia de estos extraños signos. Un buen soplo de aire fresco que pequeños y grandes apreciarán durante un viaje por los Estados Unidos.