Este parque nacional en el noreste de Arizona es el gemelo del "Painted Desert". Lo que te sorprenderá al llegar al Petrified Forest Park es la gran cantidad de troncos de árboles fosilizados que hay, datando de hace más de 200 millones de años. Las coníferas gigantes que había entonces en esta zona pantanosa fueron engullidas y procesadas por geles, trastornos de la corteza terrestre, fuertes lluvias... Los árboles reaparecieron en la superficie como si fueran fósiles marinos, pero más parecidos a bloques de piedra. Esto le da al parque una atmósfera muy peculiar,
También podemos ver petroglifos indígenas. Todas estas características le han permitido al Parque Nacional Petrified Forest ser declarado Patrimonio de la Humanidad. Este parque puede ser una etapa muy gratificante en tu itinerario por los EE.UU..
El Parque Nacional del Bosque Petrificado es imprescindible, y a mí sencillamente me encantó visitarlo. A lo largo de una ruta, descubrirás un campo de troncos de árboles fosilizados o petrificados, es decir, que se transformaron en piedra por un proceso geológico. Además de este paisaje extraordinario, el parque también tiene unos petroglifos amerindios de las poblaciones pueblo en la parte del parque denominada Puerco Pueblo.
En el norte del parque, el desierto Pintado, monumento nacional desde 1906, ofrece un espectáculo incomparable y un paisaje típico del oeste de Estados Unidos. Desde que yo fui, el parque ha abierto nuevas rutas de senderismo, alrededor de Red Basin y de Devil’s Playground, hasta ahora infranqueables, así que razón de más para ir a visitar este lugar fuera de lo común, menos frecuentado que muchos parques de la región, y que se recorre relativamente rápido, dejándote tiempo para admirar los tesoros geológicos y arqueológicos de Estados Unidos.