De entrada, la travesía en sí es impresionante: pasarás por una carretera que va literalmente por encima del agua, con un paisaje magnífico a 360°. Si no tienes coche, hay recorridos de pago en autobús que paran en los lugares principales. Si tienes ganas de dejarte guiar es lo ideal.
A la llegada, enseguida me llamó la atención el espectacular puerto de Cayo Hueso, con las preciosas hileras que forman los barcos de los famosos. Cada uno es más lujoso que el anterior.
Todo desprende lujo y ostentación, pero de forma más relajada que en Miami. Alégrate la vista con las grandiosas mansiones de colores, todo ello en un fabuloso entorno natural. Las calles son muy floridas. Te cruzarás con unas plantas exóticas y unos árboles sorprendentes. Te recomiendo que simplemente te pasees por las calles, a lo largo de la costa y del puerto, para disfrutar al máximo de este lugar durante tu viaje por Estados Unidos.
Key West es la última de las islas de Keys, por lo que tuvimos que atravesar el archipiélago entero. Todos sus paisajes parecen salidos directamente de postales. A veces el camino se hace largo, ya que solo existe una ruta para llegar hasta el extremo más alejado de Keys. Pero el panorama hará que las horas te parezcan segundos. De hecho, fue un sentimiento bastante curioso porque en algunos momentos me encontraba completamente rodeado por un mar turquesa que se encontraba a tan solo unos metros del coche. Aunque también tengo que admitir que a veces el cableado eléctrico estropeaba un poco la vista.
Si cuando estés de viaje por Estados Unidos, pasas por Miami, tienes que ir sí o sí a Key West. Puede que el camino se te haga largo, pero merece la pena.