La visita al acuario es un poco cara, pero inolvidable si te gusta el mar. Si no quieres rascarte el bolsillo, te aconsejo que recorras el paseo marítimo que hay junto al parking. Desde allí pude ver algunos leones marinos.
Si tienes la misma suerte que yo, también podrás ver ballenas o incluso orcas más a lo lejos. La bahía deMonterrey es un refugio natural para los cetáceos. Las ballenas azules están allí todo el año y las ballenas grises pueden verse de diciembre a abril.
Para mí, el lugar más interesante de la ciudad es la Cannery Row, o la calle de las conserveras. Allí han surgido muchas tiendas y restaurantes. Te aconsejo que pruebes un plato de clam chowder, una sopa de marisco con patatas típica de Monterrey.
En conjunto, Monterrey me pareció una ciudad bastante agradable. Si tuviera que elegir una razón para visitar la ciudad, sería el magnífico acuario de la bahía de Monterrey, conocido por ser uno de los más bonitos del mundo. Vi un montón de especies de peces y guardo un recuerdo muy bueno de esta visita.
Por lo demás, me pareció que la ciudad no tenía muchos otros lugares de interés. Sin embargo, está situada en una bahía preciosa, que me encantó fotografiar.
Creo que merece la pena parar un día en Monterrey para hacer un alto en el camino en la preciosa carretera 1 que va desde San Francisco hasta Los Ángeles.