Viví algunos meses en La Crosse y pude comprobar que sus habitantes (estudiantes en su mayoría pero también familias) son muy acogedores y te invitarán a la mínima ocasión a sentarte a su mesa.
La vida allí es muy tranquila, pero no por ello aburrida y, si tuviera que aconsejarte solo un bar, sería el "Howie’s", donde tienen una comida deliciosa (Wisconsin es una importante ciudad agrícola y sus quesos no tienen nada que envidiar a los nuestros) y reina un ambiente festivo.
No es posible visitar La Crosse sin subir al Grandad Bluff (los bluffs son las montañitas que rodean la ciudad), pasear a orillas del Misisipi, que solo transcurre por el sur de Estados Unidos, y admirar la Shrine of our Lady of Guadalupe, una magnífica iglesia de estilo clásico que alberga reliquias de Santa Teresa del Niño Jesús.