Niagara falls o las Cataratas del Niágara son unas cascadas mundialmente conocidas situadas en la frontera de Estados Unidos con Canadá. Sin duda son de obligada visita durante un viaje por esta región de Norteamérica.
Aconsejo:
No dejes de subirte al barco que te llevará a los pies de las Cataratas del Niágara. ¡Las sensaciones fuertes estarán garantizadas!
Mi opinión
Auténtica maravilla de la naturaleza, creo que hay que ver las Cataratas del Niágara al menos una vez en la vida. Desde el lado canadiense las cataratas son mucho más bonitas e impresionantes, con forma de arco, y, además, podrás verlas muy de cerca desde el promontorio. Sin embargo, creo que lo mejor es subirse al barco para acercarse al máximo a las cataratas y sentir toda su fuerza y su potencia. ¡No te preocupes, te darán un chubasquero!
También recuerdo que me encantó recorrer el camino tallado por la piedra que permite pasar por detrás de las cataratas. Abajo, podrás sacar unas fotos increíbles desde una pequeña plataforma.
Las Cataratas del Niágara son magníficas, aunque te impresionarán menos si has tenido la suerte de haber visto otras cataratas aún más inmensas, como las Cataratas del Iguazú en Argentina/Brasil o las Cataratas Victoria en África. Un inconveniente de las Cataratas del Niágara es el exceso de infraestructuras turísticas y restaurantes de comida rápida de todo tipo. Hay que hacer un verdadero esfuerzo de concentración para desconectar con las cataratas. Es una pena.
