Si, cuando estés de viaje por Estados Unidos, pasas por el estado de Florida, tienes que ir sí o sí a Palm Beach. Es un mundo completamente diferente. En esta ciudad no hay más que lujo y burguesía. Lo cierto es que me sorprendió bastante ver todos esos coches de gama alta y esas casas que parecen más chalés que otra cosa de lo grandes que son. Yo me imaginaba que detrás de cada muro o cierre, había una estrella del rock o un actor estadounidense que estaba tomando el sol junto a su piscina.
La playa de Palm Beach es espectacular, es casi imposible resistir las ganas de darse un baño. Por desgracia, yo fui en el peor de los momentos. Sí, la época de migración de los tiburones, así que estaba prohibido bañarse.
Palm Beach debe su construcción a Henry Flagler, pionero que construyó el ferrocarril que conecta Florida con el norte de los EE.UU.. Flager también fue el creador de los dos primeros hoteles de lujo, que aún se ven en el paseo marítimo. De arquitectura colonial, todavía están en funcionamiento.
Aparte de su museo, que es realmente muy interesante y tiene un precio razonable, Palm Beach no tiene mucho interés en comparación con el resto del estado. Las tiendas son de lujo, las playas están limpias y la gente es agradable, pero si lo que buscas en Florida son paisajes panorámicos, lugares históricos y aventuras (como encuentros con cocodrilos y serpientes en los Everglades), la ciudad de Palm Beach no te seducirá. Es un lugar de vacaciones para gente rica.
A menos que busques paz, tranquilidad y lujo para una larga estancia, Palm Beach tendrá poco interés en tu estancia en Florida.