La cadena de acantilados que rodea este pueblo lo aísla del resto del mundo; de hecho, antiguamente solo se podía acceder por vía marítima. Actualmente, una carretera permite llegar a Lavanono, donde podrás visitar Androy, el «país de las espinas», conocido con este nombre debido a que su vegetación esta constituida por bosques secos y arbustos espinosos, típicos del clima árido de esta parte de la isla.
Además de contar con inmensa playa, de varios kilómetros de longitud y cuyas aguas siempre tienen una temperatura agradable, Lavanono también es un destino popular entre los surfistas. Asimismo, a 20 km del pueblo se encuentra la reserva especial de Cap Sainte Marie que alberga una de las concentraciones de tortugas más importantes del mundo (¡de unos 3.000 km²!).