Aquí, las colinas hacen lugar a las interminables filas de plantaciones de té, dibujando un paisaje armonioso. Las plantas procedentes de Kenia fueron importadas a la isla hace unos cuarenta años. El clima húmedo y la altitud de los alrededores de 1.200 metros hacen del emplazamiento un lugar idóneo para el cultivo del té.
Actualmente más de 300 hectáreas se extienden por las laderas de Sahambavi, el "campo de las mujeres". Cerca de 20 toneladas de hoja de té son recogidas a diario a mano por 250 personas. Hacen falta 5 kg de hojas frescas para obtener 1 kg de hojas secas.
La visita a la única fábrica de té es una parada imprescindible en un recorrido por esta región de Madagascar. Puedes asistir a todas las etapas de la transformación del té, secado, fermentación, cuyo aroma embriagador invade toda la fábrica, torrefacción, tamizado y filtrado, con la ayuda de unas hermosas máquinas hechas de madera y acero. Concluyendo con una rica degustación.