¡Me trasladé a la niñez cuando vi los primeros leones de mar, pingüinos, otarios, pelícanos, cormoranes y los cientos de pájaros sobrevolando las islas Ballestas! El paseo en barco tiene una duración de unas 2 horas, un momento de auténtica felicidad que te dejará impresionado...un recuerdo inolvidable de tu viaje a Perú.
¿Sabías que en las islas Ballestas los excrementos de cormorán valen una fortuna? Pues sí, el guano se recupera y se vende como fertilizante en el mercado mundial. Para que te hagas una idea de su valor, este se considera el oro blanco de Perú. La producción está controlada y hay guardas que viven en este lugar para garantizar que nadie se atreve a apropiarse de los preciosos excrementos. Te sugiero que lleves un sombrero en la excursión, ¡nunca se sabe!
Ademas de la belleza de la naturaleza, en las islas Ballestas se puede admirar otro misterio de la historia. En efecto, durante tu paseo por la isla podrás observar un enigmático candelabro en la ladera de la montaña. Este enorme geoglifo tiene 150 metros de altura y 50 metros de anchura. ¿Quíen hizo esta obra maestra? y ¿cómo? Existen varias hipótesis, pero no hay respuestas precisas.
Como introducción, un detalle muy importante: el lugar es extremadamente turístico. Autobuses enteros llegan cada día desde Lima / Ica / Huacachina / el mismo Nazca, para visitar las Ballestas. Hay que decir que se está muy lejos del concepto de turismo eco-solidario. Decenas de barcos asedian dichas islas, sin preocuparse en ningún momento por las consecuencias.
Por supuesto, las Islas Ballestas son realmente increíbles. Allí han encontrado refugio leones de mar, lobos marinos, pelícanos, los mini pingüinos de Humboldt, cormoranes y otras aves de las que he olvidado su nombre; suficiente para ofrecer un espectáculo único. Lo más destacado de la excursión: el inmenso geoglifo de El Candelabro, dibujado en medio de una de las islas, y cuyo origen sigue siendo hoy día un misterio.
Así que este es otro destino que añadir en tu recorrido peruano Una elección delicada. Si quieres viajar de forma consciente, te resultará sencillo tomar la decisión. En mi caso, y aunque en general trato de evitar este tipo de salidas que tienen un impacto negativo en el medio ambiente, me encantó la visita, el entorno era extraordinario. Si bien alguien podría preguntarse "¿pero a qué precio?", yo no soy el más indicado para entrar en este debate.