A mi modo de ver, todos los pueblos del Valle Sagrado de los incas tienen un encanto propio y merecen una visita. El pueblo de Urubamba está sumergido en un decorado encantador. Su posición es estratégica, a orillas del sinuoso río Urubamba, frente a la cumbre nevada del Chicón y sumergido en el valle lleno de verdor de los incas.
Urubamba es un lugar de encuentros y de intercambios. En efecto, en este lugar me encontré con varios viajeros que como yo habían venido para descubrir el Machu Picchu y el Valle Sagrado de los incas. Esta maravilla del mundo está a 2h30 de Urubamba, un circuito peruano que te sugiero que hagas en tren: los paisajes te dejarán sin aliento.
Además, la ciudad está situada a unos 2800 metros sobre el nivel del mar, con lo que las molestias del mal de altura no se notan tanto como en otras partes del valle. Otra ventaja importante es que la temperatura aquí es más moderada.
La ventaja de hacer un recorrido por el Valle Sagrado durante un viaje por Perú, es que da igual por donde se llega, uno se queda asombrado... Entre las mejores alternativas para dejar las maletas, Urubamba es una opción muy interesante. Sobre todo para aquellos que busquen tranquilidad. Viví un tiempo en Cusco y esta ciudad era uno de mis lugares favoritos para dejarme caer o pasar el fin de semana y recorrer los alrededores. Por el contrario, la visita de la ciudad como excursión de medio día no es tan interesante, sobre todo si tu tiempo es limitado.
Es la ciudad más grande debido a que se encuentra en la intersección de las carreteras que llevan a los diversos lugares, en especial culturales (Maras – Moray – Chinchero – Huchuy Qosco…). Los caminantes también quedarán satisfechos. Este rincón está rodeado de numerosas lagunas, pequeños y largos paseos con paisajes extraordinarios. Ah... Los Andes. Urubamba es además un territorio del turismo de aventura (parapente, rafting, etc.), aunque yo no lo probé.
Otro detalle que podría darte alguna idea, bastantes personas seguidoras de la filosofía New Age se han instalado por la zona debido a la energía especial que desprende. ¡Namasté!