A pocos kilómetros de Cracovia se encuentra la ciudad de Wieliczka, con sus famosas minas de sal, clasificadas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO Hay muchas visitas guiadas organizadas, la mayoría en inglés. Te propondrán muchos tipos de recorridos temáticos.
La visita comienza bajando cientos de escalones hasta llegar a los 130 metros de profundidad. Las galerías cavadas en la sal se extienen a lo largo de unos cien kilómetros, a distintos niveles. Las minas no solo son un lugar de extracción, sino una auténtica ciudad subterránea en Wieliczka, formada por salas y santuarios. Todas las piezas, adornos y esculturas están hechas de sal.
La visita guiada te permitirá descubrir la leyenda del lugar y los secretos que encierra, y también podrás hacerte una idea de cómo vivían los mineros en la época. El gran tesoro de Wieliczka es, sin duda alguna, la capilla de Santa Cunegunda y su inmensa imagen tallada en sal. Una ventaja: durante tu visita no dudes en respirar bien, el aire de las galerías es conocido por su pureza y por estar muy poco contaminado. Una visita curiosa durante un viaje a Polonia.
Fui a Wieliczka, en Polonia, hace algunos años para visitar la mina de sal y guardo un recuerdo bastante bueno. Primero tendrás que bajar a mucha profundidad bajo tierra (más de 100 metros). Te encontrarás en un laberinto de galerías (¡más de 300 kilómetros!) cavadas a mano en esta mina que funciona ininterrumpidamente desde hace 700 años.
En el laberinto subterráneo, podrás ver numerosas esculturas de sal (a veces un poco horteras) y pasarás por varias estancias. La obra maestra sigue siendo la capilla de San Kinga, un increíble lugar de culto de más de 50 metros de largo y 12 metros de alto construido enteramente, desde el altar hasta los lustros, en sal por los mineros.