Llegué a Doi Tung bastante pronto, temprano por la mañana. Como el lugar tiene bastante fama, quería asegurarme de poder disfrutar de él antes de que llegase todo el mundo. Fue mi primera buena idea del día. Así, pude visitar los diferentes sitios prácticamente solo. La atmósfera era increíble, sobre todo en el arboreto de Mae Fah Luang.
Otra visita que no debes perderte es el jardín del mismo nombre. En él crecen enormes macizos de flores de todos los colores, creando un paisaje casi surrealista con un contraste de azules, rojos y verdes.
En lo alto de la montaña hay un templo, el Wat Phra That Doi Tung, construido en el siglo X y donde al parecer se conserva la clavícula de Buda. El templo, con un estilo arquitectónico de Lanna, es especialmente bonito y las vistas de la región que hay desde lo alto son impresionantes. No te lo puedes perder durante tu viaje por Tailandia.