Durante tu viaje a Tailandia, tendrás la suerte de conocer a la población local, extremadamente respetuosa. Se esperará de ti que respetes unas normas básicas de educación para la vida cotidiana. No son complicadas, pero asegúrate de conocerlas y respetarlas. Algunas de ellas aplican también en tu entorno habitual.
Esta es la regla más importante que debes observar durante tu viaje a Tailandia. El rey y la familia real son extremadamente respetados. No se puede hablar mal de ellos. Está penado por la ley en todas partes. Por ejemplo, un extranjero pasó algunos años en la cárcel por pintar en la calle sobre un retrato de Bhumibol Adulyadej. Pisar por accidente un trozo de un retrato del Rey también puede traerte problemas. Del mismo modo, si vas por la calle y suena música y todo el mundo deja de caminar, haz lo mismoque los demás y espera a que el himno nacional acabe de sonar.
Lo peor que se puede hacer en Tailandia es perder los nervios. Es totalmente inconcebible para los tailandeses perder el control, gritar o entrar en histeria. Es algo que simplemente no se hace, sobre todo en público. Estas actitudes son consideradas absolutamente degradantes. Sea cual sea la situación, hay que mantener la calma y no perder la sonrisa. Esto evita entrar en conflicto y dar un espectáculo. No hay nada más importante para un tailandés que mantener la compostura, sobre todo porque ellos no sabrían cómo reaccionar ante un ataque de ira.
Para completar tu aprendizaje sobre las reglas de educación básicas, recuerda descalzarte antes de entrar en una casa. No es el caso en los hoteles, pero pregunta si tienes dudas. Descalzarse es obligatorio antes de entrar en un templo. Y no entres si no llevas ropa que cubra suficientemente brazos y piernas.
Está prohibido fumar en los lugares públicos. Del mismo modo, tirar una colilla o un papel en la calle, y no a la papelera, te costará 100 € de multa. Si te subes a un autobús, no te sientes en los asientos delanteros. Están reservados para los monjes. Tocarle la cabeza a otra persona es un gesto despectivo. Es el símbolo del alma. Ir cogidos de la mano es la máxima muestra de afecto que una pareja puede mostrar en público.