¿Qué es un guía, si no un apasionado hispanista que ha decidido hacer del ocio su negocio? ¿Un hijo adoptivo de la región? ¿Un autóctono altruista? También, porque debe serlo para querer compartir los tesoros del lugar. Sígueme, te voy a presentar a la gente me ha guiado.
Al principio, dudas...
Como mucha otra gente, antes los guías me tiraban un poco para atrás. De entrada, pensaba que solo querían sacarme el dinero (soy un poco tacaño). Además, creía que podía sustituir sus servicios con una buena guía (me refiero a un libro). Por último, me autoconvencía pensando que estaba mejor solo, por mi personalidad algo solitaria. Pero, ¿sabes qué? No tenía razón para nada. Me equivocaba de lleno. La primera vez que contraté un guía fue en Bolivia. Debo reconocer que si hubiera estado una semana solo en la selva ahora mismo no estaría frente al teclado. ¡Menos mal que me llevó él! Desde entonces, descubrí que los guías y yo compartimos las mismas pasiones: viajar y explorar.
Además, ¡la razón debe imponerse!
Aunque los territorios del norte de Tailandia figuran en los mapas topográficos, y por mucho que se hayan escrito libros completos sobre su fauna y su flora, y exhaustivos estudios sobre su población, nada de eso sustituye a un buen guía que se precie. Si tienes alguna pregunta, él te responderá. ¡Un guía es como una enciclopedia andante! Y el que tuve en la región de Chiang Mai era, sencillamente, genial. Gracias a él, pude recorrer durante varios días montañas, bosques y valles escuchando el canto de unos pájaros cuyo nombre he olvidado; pude cruzar pueblos, comprar equipamiento y comida y asistir de incógnito a la vida de los autóctonos y, sobre todo, también pude aprender cosas sencillas y necesarias para entender bien la forma de la vida de los habitantes locales. Me hizo probar bayas salvajes, me mostró los antiguos lechos de los ríos y me explicó los usos, costumbres y situación de Tailandia. También fue mi intérprete. Dado que los métodos de los tailandeses son, por así decirlo, complicados, este aspecto fue muy importante.
Las pequeñas ventajas de un guía
Además, y esto hay que tenerlo en cuenta, si quieres tener un interlocutor in situ y planificar más bien poco tu viaje por Tailandia, los servicios de un guía son de gran utilidad. No perderás el tiempo, no te equivocarás, podrás contarle tus deseos y necesidades y te sentirás seguro teniendo su teléfono en caso de avería. En muchos sentidos, si quieres optimizar tu viaje por Tailandia, salirte de los típicos itinerarios turísticos y viajar con tranquilidad, los servicios de un guía local que hable español son una excelente oportunidad. Podrás disfrutar de un viaje a medida, y, sobre todo, recibir los mejores consejos de un experto en regateo. Descubrir Tailandia está bien, pero descubrir una Tailandia distinta es aún mejor.
