¡Cuesta creer que un pueblo de unos 300 habitantes, situado en el corazón del desierto en Turkmenistán forme parte de esta selección de direcciones! Y, sin embargo, no se trata de un error. En primer lugar, por la increíble historia de Darvaza, que fue destruida en 2002 por decisión del presidente de Turkmenistán, porque no era «estéticamente apropiada para los turistas», dejando un pueblo fantasma, casi inhabitado.
Y, luego, otra historia todavía más increíble: la presencia en el lugar de un cráter provocado por un fallo durante una perforación de gas en 1971, del que emanaban gases tóxicos. La solución era simple: quemar el gas, salvo que cuarenta años más tarde el cráter de 70 metros de diámetro sigue ardiendo y permite tomar algunas fotos surrealistas en el corazón del desierto. ¡Una experiencia que nunca olvidaré de Turkmenistán!