Capital de Karakalpakstán, Nukus es la última "ciudad" al oeste de Uzbekistán. La ciudad no es interesante pero me quedé en ella durante mi viaje a Uzbekistánpor varios motivos:
Igor Savitsky recogió aquí una increíble colección de artistas rusos censurados por el régimen de Stalin. El museo con las obras es un oasis cultural en medio del desierto.
Es la última ciudad propiamente dicha. Si pernoctamos más al oeste, veremos limitado nuestro confort en el alojamiento y la comida es muy local.
Si quieres ir ver de cerca el mar de Aral, tendrás que organizar una ruta aquí mismo con una agencia (hay una que ofrece viajes para llegar al mar de Aral en todoterreno), ya que más adelante te será difícil o imposible avanzar sin vehículo.
Al segundo de poner un pie en Nukus (una de las mayores ciudades de Uzbekistán) lo único que uno desea es salir de ahí lo más rápido posible... Es una ciudad oscura, sucia, contaminada, con un tráfico agobiante en sus avenidas de hormigón y con construcciones de aspecto soviético en plena desintegración. No hay ni un solo edificio que nos quite esta sensación deprimente. A todo esto se le añade el clima, con veranos de calor extremo e inviernos helados.
Sin embargo, a pesar de este panorama deprimente, hay un museo que destaca en el ambiente gris: el Museo Savitsky o Museo de Arte de Nukus, que nos revela una colección absolutamente excepcional de artefactos históricos, así como la segunda mejor colección de arte vanguardista ruso del mundo. Es muy sorprendente encontrar esta concentración de arte en esta ciudad en el extremo sur de Uzbekistán, en medio del desierto. Este carácter imprevisible, tan propio de la región por otra parte, es lo que en mi opinión le da el encanto al lugar.