Es un hábito en toda Asia central, y un viaje a Uzbekistán sólo os lo confirmará, que la población local presta especial atención al visitante. Por su lado, sabed mostrar respeto y no olvidéis de seguir ciertas reglas.
Este es sin duda la mejor diversión que encontraréis en vuestro viaje a Uzbekistán, el cómo vuestros anfitriones tratarán de hacer todo lo posible para daros la mejor de las bienvenidas. Os sentiréis constantemente bien recibidos y acogidos como huéspedes. Como extranjeros, a menudo seréis objeto de numerosas invitaciones. Ya sea para una comida, un té o una simple discusión en la calle, debéis aprender a aceptarlas. A los Uzbekos les encanta hablar con los que se toman la molestia de visitar sus países. Rechazar dichas invitaciones se percibe como un insulto y si realmente no se puede aceptar, deberéis usar vuestra mejor diplomacia.
En Uzbekistán, también es muy importante prestar atención a la ropa. Esto es especialmente cierto para las mujeres, pues deben evitar el uso de ropa demasiado cortao apretada.
Para no pasar por un patán perfecto, hay algunas reglas de etiqueta que se deben saber. Por ejemplo, está mal visto sonarse la nariz en público, y nunca debe entrar en casa de alguien sin descalzarse antes.
Si se desea visitar una de las grandes mezquitas del país, siempre hay que pedir permiso. Los no musulmanes no siempre son aceptadas o sólo en determinados momentos.
Finalmente lo mejor es no criticar nunca al gobierno ni la religión. Si se pide opinión, despistad un poco o cambiad de tema.
Con el desarrollo del turismo, seréis a veces objeto de la atención de los mendigos. Siempre es muy difícil dar consejos sobre este tema e incluso si esta conducta es a veces difícil de tratar, siempre es mejor rechazarla para no fomentar la mendicidad. Esto es especialmente cierto cuando se trata de niños que son enviados por sus padres.
Cuando son adultos y la policía está por todas partes, no hay mendicidad sino directamente extorsión. Este es cada vez menos el caso, pues el Gobierno ha dado instrucciones para dejar tranquilos a los turistas. Si esto, sin embargo, pasara, mantened la calma, no os pongáis nerviosos y negaros en firme.