Uzbekistán es un país por lo general bastante seguro. Recomiendo tomar las precauciones habituales, especialmente en las grandes ciudades y en los transportes.
Un viaje a Uzbekistán no presenta especial peligro, aunque obviamente siempre es recomendable tener cuidado y no exhibir demasiados signos externos de riqueza. Como en todas partes en el mundo, la pobreza genera pequeña delincuencia, y a eso se une la presencia de la mafia turca. Es aconsejable prestar atención a tus cosas y mantener un perfil bajo para no atraer a los carteristas. Evita llevar joyas y sacar dinero del monedero en plena calle o en el metro. Si llevas tus bolsos y mochilas bien cerrados, no pasará nada.
El mayor peligro de una estancia en Uzbekistán es la policía corrupta. Es preferible tener siempre una actitud cortés y discreta y evitar encuentros con la policía. También evita poner todo tu dinero en un mismo sitio.
Los transportes, tanto de día como de noche, no son especialmente peligrosos. Los autobuses, los trenes, y los taxis son utilizados por muchos uzbekos que estarán encantados de darte conversación.
Si eres una mujer y viajas sola, mejor siéntate al lado de mujeres, para evitar posibles situaciones incómodas. Y es que desgraciadamente la mujer occidental tiene reputación de ser "fácil", así que mejor ceñirse a un comportamiento discreto.
Debido a su ubicación en la frontera con Kirguicistán, Tayikistán y Afganistán, no es recomendable viajar a estas áreas, sujetas a autorización especial debido a la presencia de minas.
Las amenazas terroristas también están presentes, aunque el panorama ha mejorado. Lo mejor es seguir las reglas generales de seguridad para tener un viaje a Uzbekistán libre de imprevistos.
Aunque ir a Uzbekistán no es especialmente peligroso, es mejor consultar el sitio del ministerio de asuntos exteriores para verificar si hay zonas consideradas de riesgo.