Uzbekistán no es el destino ideal para las personas con discapacidad. Aún así, es posible viajar en buenas condiciones.
Las personas con alguna discapacidad física o mental en Uzbekistán sufren aún hoy en día, de incomprensión y falta de estructuras adecuadas. El Estado se toma el tema de la discapacidad en serio y multiplica las ayudas y la protección social para evitar la exclusión y el aislamiento. Muchos niños no van a la escuela debido a su movilidad reducida, y son una carga para sus familias, que a menudo no tienen recursos suficientes. El acceso al empleo es también un problema importante para esta parte de la población, que a menudo vive en condiciones precarias. A esto se suma la falta de recursos y de personal capacitado capaz de comprender esta realidad específica.
Una estancia en Uzbekistán puede resultar complicada para los viajeros con discapacidad. Prácticamente no hay infraestructuras adecuadas en términos de transporte y alojamiento. Moverse por el país puede ser difícil, el transporte ya es precario e inseguro para una persona sin discapacidad... Las aceras y carreteras están en mal estado y pocas son practicables.
Hay hoteles equipados con ascensores u otras facilidades, pero son relativamente pocos. Para viajar a Uzbekistán, es aconsejable informarse de antemano sobre agencias y organismos especializados que sean capaces de proporcionar un vehículo adaptado con conductor.
Parece que el tema de la discapacidad está en vías de mejorar y que muchos operadores turísticos son conscientes de la necesidad de proporcionar servicios de calidad adecuados al público discapacitado.