En Bac Ha, en el noreste de Vietnam, nos dirigimos hacia el mercado tradicional.
Los puestos de pañuelos y la indumentaria étnica local daban colorido al mercado. Por los pasillos, se encuentran un sinfín de objetos más o menos auténticos. Nosotros compramos pañuelos, joyas, etc. Un poco más adelante, se pueden incluso comprar pollitos, cachorros de perro y búfalos. No son los recuerdos más prácticos para llevar en la maleta, pero también se pueden encontrar otros objetos muy bonitos.
Es una pena que el mercado cubierto, más arriba, se parezca más a una feria que a un mercado real. Sin embargo, los vietnamitas son muy agradables y se dejarán hacer fotos si se lo pides amablemente.
Durante mi viaje por el norte de Vietnam, paré en Bac Ha para disfrutar del mercado. Fue una visita de la que no me arrepentí. Este mercado es tan conocido que no serás el único turista en pasear por allí por la mañana entre sus animadas calles. La mezcla de minorías étnicas en este pueblo es fascinante. Recuerdo cuánto me maravillaron sus coloridas vestimentas y sus peinados, cada cual más imposible.
Un guía podría explicarte quiénes son Hmong, Dao, Day o de otras minorías. Yo, por mi parte, no me lo planteé. En lugar de eso, disfruté de la belleza auténtica, la amabilidad y la sonrisa de estas mujeres. ¡Soy fan declarada!
Venden telas, alcohol, carne, animales, joyas. Es decir, ¡un poco de todo! Probé los panecillos fritos con azúcar. Son una auténtica delicia. También probé el licor de arroz con las mujeres Hmongs. Consúmelo con moderación.
En los alrededores de Bac Ha, me dijeron que también se puede hacer senderismo. Los paisajes están cubiertos de arrozales en terrazas, con pueblos rurales desperdigados.
Durante mi viaje a Vietnam, visité la parte norte del país y elegí la ciudad de Sapa como campamento base para mis rutas de senderismo.
A solo 3 horas en autobús, en Bac Ha tiene lugar un increíble mercado todos los domingos. Es el más bonito, el más pintoresco y el más auténtico que he visto en Asia. Allí podrás encontrar prácticamente todo lo que se vende en Vietnam. Perros, gatos, serpientes... Lo típico, vamos.
Caminando por sus pasillos, verás a hombres fumando tabaco en pipas de bambú y a otros bebiendo licor de arroz a 60°. En cuanto abren la garrafa, el olor a alcohol invade los pasillos.
Los Hmong flor frecuentan en masa este mercado con sus llamativas vestimentas de mil colores. En los mercados, me suele gustar descubrir productos insólitos, pero aquí son estos hábitos con finos bordados de flores los que llamaron mi atención. Es un paraíso para los fotógrafos. Los Hmong son muy fotogénicos y a los niños les encanta posar y ver su imagen en pantalla.