Ya me habían prevenido: «es ultra-turístico» y «está contaminado». La verdad es que es «archi-turístico», pero, sinceramente, eso no le quita magia al lugar. La bahía de Halong es increíble e inmensa, y sus numerosas islas cársticas tienen una belleza que quita el hipo. Al caer la noche, los colores del cielo ofrecen un bello espectáculo ylas luces de los demás barcos crean un ambiente muy romántico.
Pasé dos días y una noche en un junco. Creo que deberían prohibir que los turistas se bañasen en la playa, pero, ¿acaso se puede evitar? Me gustó montar en canoa y participar en un curso de cocina para aprender a hacer nems. La comida era abundante y de buena calidad. Las habitaciones eran algo espartanas pero pasamos tan poco tiempo dentro que al final no nos quejamos.
Atravesando una ínfima parte de la bahía de Halong, tenía la impresión de que cada vez que girábamos descubríamos un lugar aún más bello que el anterior. ¡El color del agua y de las islas cambiaba!¡Fascinante! Como podréis ver, guardo un muy buen recuerdo de ese lugar, y, desde mi punto de vista, merece formar parte de las 7 maravillas del mundo.
La bahía de Ha Long es uno de los lugares más increíbles que he tenido ocasión de ver. Ha sido merecidamente clasificada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a su gran belleza. Imagínate una inmensa extensión de columnas basálticas surgiendo del agua hasta donde alcanza la vista, y donde es posible visitar inmensas grutas. En este decorado, te cruzarás con pescadores en pequeñas embarcaciones y verás pueblos flotando sobre el agua. Es mágico.
Cuando pasé por allí, había bruma por la mañana, pero eso no le quitaba esplendor al paisaje, sino todo lo contrario: se hizo visible la atmósfera casi mística del lugar y comprendimos mejor por qué hay tantas leyendas sobre él. Una actividad que no planeé durante mi viaje y que te aconsejo para tus vacaciones en Vietnam es hacer kayak en los lagos interiores de la bahía de Ha Long. Guardo un recuerdo inborrable de ello.