Cuando llegué desde Camboya durante mi vuelta al mundo, Chau Doc fue la primera ciudad con la que empecé mi viaje a Vietnam. Allí se abrieron mis sentidos al país. Fue una buena forma de entrar en materia porque la ciudad es muy agradable.
En cuanto llegué, me subí a un barquito y enseguida corroboré la increíble vida fluvial del Mekong. Algunos barcos son auténticas tiendas ambulantes. Me encontré con vendedores de fruta, verdura, ropa... Hay pueblos enteros flotando que se especializan en la piscicultura. Al regresar a tierra firme, te aconsejo que te impregnes del ambiente de la ciudad deambulando por su mercado. Los clásicos puestos de fruta y verdura rodean a los de pescado desecado, gambas, y carne colgada en ganchos. A 30 minutos en autobús, el monte Sam es un destino de peregrinación de los vietnamitas. La subida es dura, pero el esfuerzo se ve compensado enseguida con las vistas sobre el campo y los arrozales.
Chau Doc es la primera ciudad que me hizo enamorarme de Vietnam.