Llegamos en moto a Thac Ba y desde la carretera que llegaba al lago nos dimos cuenta de la alucinante deforestación que está sufriendo Vietnam. Además, encontrar el lago no fue nada fácil porque estaba muy mal indicado.
Cuando llegamos, me quedé muy decepcionada. ¡El lago no tiene nada de especial! Nos dio tal bajón que ni quisimos dar una vuelta por el lago. La vegetación que rodea el algo de Thac Ba es exuberante. Queríamos ir hasta allí, pero era imposible encontrar la carretera. Las personas que conocimos no entraban en razón y querían indicarnos cómo llegar a un hotel. El lago de Thac Ba no fue una de mis visitas preferidas de mi viaje a Vietnam.
Los alrededores del lago, la provincia de Yen Minh, que recorrimos después en moto, tienen mucha autenticidad. Las casas de madera sobre pilotes son magníficas y tuvimos la suerte de conocer a un chico que nos invitó a pasar la noche con su familia.
Yo estuve allí con dos amigos. Habíamos alquilado unas motos para explorar una parte del norte de Vietnam. Los tres surcamos juntos los contornos de aquel gran lago artificial. Muchos consideran el Thac Ba como una especie de bahía de Halong en las montañas, pero en realidad se formó muchos años atrás, cuando se desvió artificialmente el curso del río Song Chay para convertirlo en una represa hidroeléctrica. Personalmente, le veo la gran ventaja de estar a una distancia razonable de la capital (en la provincia de Yen Bai). Es un destino agradable en la naturaleza donde evadirse unos días en el norte de Vietnam.
Los habitantes de los pueblos vecinos pertenecen a diversas comunidades étnicas, (entre ellas las etnias Dzao y Muong) y utilizan el pantano para la pesca. En algunos puntos puede alcanzar los cuarenta metros de profundidad. La verdad es que es muy propicio para la cría de cangrejos. Mis amigos y yo dejamos las motos a la sombra de los árboles y alquilamos una barquita de bambú para navegar de isla en isla y nadar. Desde luego, la escapada estuvo muy bien.