Paraíso natural mantenido en secreto durante mucho tiempo, en este desierto indescriptible la arena y el agua se combinan de forma única, haciendo de él un lugar único y fascinante. Con sus 49.000 kilómetros cuadrados, es el tercer desierto más grande de China. Sus dunas de arena gigantes están entre las más altas del mundo y pueden llegar hasta los 500 metros de altura. Te sentirás en la cima de una montaña, en la ladera de una colina o en un acantilado.
Además, el desierto tiene unos cien «lagos misteriosos», unas inmensas reservas de agua dulce o salada. Azul cobalto, verde esmeralda, rosa ocre, rojo escarlata... Caerás rendido ante los encantos de esta impresionante paleta de colores.
Por último, el patrimonio histórico también merece mucho la pena. Las cuevas de los mil budas en Mogao o incluso la fortaleza medieval de Jiayuguan completan la visita de esta región.