
En Finlandia se duerme tranquilo. Es un país tranquilo donde el sentimiento de inseguridad es raro.
De acuerdo con algunos estudios, los finlandeses se sienten seguros en Finlandia, día y noche, y los turistas pueden decir lo mismo. Sería una ilusión pensar que el crimen no existe en absoluto, porque ningún lugar está libre de él, pero es cierto que, seas residente o turista, realmente no tienes nada que temer en Finlandia. Estabilidad política, respeto a los derechos humanos, baja tasa de criminalidad... en fin, casi el paraíso. Los carteristas en la capital serían la excepción a la regla. Pero el foco de éstos no son los turistas. Como en toda gran ciudad, los que dejan sus bolsos abiertos o sin supervisión son los que tienen más riesgo. Por principio, no dejaremos nunca el pasaporte o nuestros objetos de valor en los hoteles. Nunca hay que arriesgarse si estamos de viaje.
Los mayores "peligros" de Finlandia, en última instancia, no están provocados por el hombre... ...sino por la madre naturaleza.
Según la estación, te enfrentarás a los insectos o al frío.
En verano, Finlandia está llena de insectos . Los finlandeses llaman a esta invasión "räkkä", Moscas, tábanos y mosquitos serán tus peores enemigos. Pero la räkkä no es ningún desastre. Sólo acuérdate de usar ropa que te proteja (por lo general esto no es un problema por las bajas temperaturas de Finlandia) y un repelente de insectos. No te estreses si no tienes tiempo para ir a conseguir estos productos, ahí los encontrarás en farmacias.
Donde los mosquitos pueden llegar a ser más molestos es durante una excursión. Hay excursionistas que o bien están siempre en movimiento o bien que llevan ropas tipo apicultor para poder olvidarse de los mosquitos. Ropa que sea ajustada en las muñecas y en los tobillos también puede servir. Y sobre todo, ¡no quieras ahorrar en tus productos repelentes!
En invierno, el frío se apodera de Finlandia. En general, a la hora de planificar un viaje a los países nórdicos, especialmente en invierno y sobre todo si se quiere visitar Laponia, planificaremos bien nuestro equipaje. Ropa de abrigo, polares, after-skis, gorros, guantes, chaquetas de esquí... todo lo necesario. No hay que subestimar el frío del invierno. Si vas de mochilero, no acampes ni duermas en el coche. Mejor pagar el precio de una habitación (o hacer couchsurfing para más experiencias) y estar caliente.
Y, por último, cuidado con los ciervos y los renos en la carretera.