Si durante tu viaje a Italia pasas por Venecia, te aconsejo que reserves un día para ir a visitar, un poco más al norte, las islas de Murano y Burano.
Murano es conocida mundialmente por sus artesanos vidrieros. Te recomiendo, también, visitar uno de sus talleres. Su dominio de la técnica es realmente increíble. Lo malo es que es imposible salir de allí sin ser dirigido, automáticamente, a la tienda.
En Burano, la estrella es el encaje. Me encantó esta isla con su ambiente tranquilo, la hilera de casas de colores y sus plazas sombreadas. Un verdadero placer y un paréntesis muy tranquilo, alejado de las multitudes de turistas de Venecia. En aquel momento, sentí que el nombre de "la Serenísima" se adaptaría mejor a cualquiera de estas dos maravillas.
Si deseas escapar de las multitudes de turistas de Venecia, ve a las dos islas de su laguna, que suponen una escapatoria excepcional para pasar el día. La más cercana a la ciudad de los canales, Murano, es famosa por su cristal. Murano es una especie de pequeña Venecia, un poco menos impresionante, pero también con muchos menos turistas, que te permitirá poder visitar a los sopladores de vidrio, que dan la fama al lugar.
Después, subete a un vaporetto y dirígete a la segunda de estas islas, Burano, que, para mí, fue todo un descubrimiento. De hecho, allí ¡te espera un festival de colores! Alrededor de sus canales, de menor número que en Venecia, Burano revela pequeñas casas pintadas de todos los colores del arco iris, tan pintorescas que casi parece algo irreal. Si pasas unos días en Venecia, durante tu estancia en Italia, te aconsejo encarecidamente que visites Murano y, especialmente, Burano.
Murano es la isla más cercana a Venecia y también la más conocida de todas: en ella pasé unas horas deliciosas. Al llegar a Murano, tuve la impresión de encontrarme una Venecia en miniatura, con islotes y canales. Al igual que Colle di Val d’Elsa, Murano destaca por su industria de cristal. Tuve la oportunidad de visitar algunos talleres de cristal. Se movieron aquí desde la ciudad de Venecia a partir del siglo XIII, por miedo a los incendios.
Si quieres llevarte un recuerdo de Murano, te recomiendo pasearte a lo largo del canal principal: en él encontré muchas tiendas con artículos de cristal de gran calidad, como por ejemplos las famosas arañas de Murano.
Tras Murano, la siguiente parada es Burano. Burano me pareció una isla muy pintoresca, con casas de pescadores pintadas usando los colores del arco iris. Me gustó la visita al museo de encajes, donde descubrí antiguos vestidos y la historia de la técnica con aguja, especialidad de Burano