Mi estancia en Torno fue uno de los momentos cumbre de mi excursión por el lago Como. La pequeña ciudad, con un buen patrimonio medieval, tiene mucho encanto. Su emplazamiento, en el extremo de una península que ofrece vistas desde todos los lados del brazo oeste del lago, es impresionante. Con su pequeño puerto lacustre, típico del lago Como, ha conservado mucho de su autenticidad.
No me podía quejar de los pequeños restaurantes de Torno: sus platos de pescado, casi las únicas especialidades locales, con percas, peces nadadores y pescado blanco, fritos o marinados, son una verdadera delicia.
Algunos monumentos de la pequeña ciudad son notables, como la Villa Pliniana, una mansión del siglo XVI que se alza frente al lago, o la iglesia parroquial. Podemos bañarnos tranquilamente en el lago... Y solo son 5 km hasta la ciudad de Como.