Montalcino es conocida por ser una estación gastronómica. Los restaurantes rivalizan con platos suculentos. Como postre, te recomiendo los dandi: galletas con naranja y avellana. Pero lo que domina en Montalcino, es el Brunello. He visto cuanta gente atraen las enotecas (bares de vino). Si deseas visitar una bella bodega, te aconsejo la del museo de Comunità di Montalcino e del Brunello, en el seno de la finca Podernovi, a 4 kilómetros de Montalcino.
Si prefieres el arte sacro, te invito a ir al Museo Civico d'Arte Sacra. Este museo se encuentra en el convento S. Agostino. Allí pude admirar una impresionante colección de arte sacro de toda la región: cerámicas de Andrea Della Robbia, un tríptico de Duccio y una bella colección de figuras geométricas y animales de mayólica. Tómate también el tiempo de visitar la abadía de San Antimo, a 10 kilómetros de Montalcino, una de las más importantes de la Toscana en el siglo XII.