Amigo hiperactivo, ávido de visitas y actividades, pasa de largo. Aparte de la escuela que he tenido la suerte de visitar gracias a la amabilidad de los profesores, Amsouzart solo puede ofrecer tranquilidad. Si tienes tiempo, sube hasta el magnífico lago de Ifni, rodeado por majestuosas montañas. Tardarás más o menos una hora y media a pie.
Desde la terraza de mi anfitrión, se podían contemplar las montañas ocres y el valle verde que se extiende sobre el río. Solo el arrullo del agua y el canto del gallo amenizaban el silencio. Si, a lo largo de tu viaje a Marruecos, deseas descansar, éste es el sitio perfecto. Te será fácil encontrar a alguien que estará dispuesto a acogerte y te preparará deliciosos platos típicos por poco dinero.
Una vez a la semana, se instala un mercado en la calle principal de Amsouzart. No te lo pierdas: mercaderes llegados de todos los valles cercanos se reúnen allí para vender sus productos. Sin duda te mirarán de los pies a la cabeza, los turistas no son muy habituales. Ése será un buen pretexto para empezar una conversación. No olvides tomar un té en uno de los numerosos cafés cercanos al mercado.