Si deseas visitar Akchour, te aconsejo que inicies tu ruta en Chaouen, situada a unos quince kilómetros de distancia. Pude disfrutar de un paraje natural poco explotado por el turismo, con un paisaje realmente bello compuesto por gargantas y exuberantes valles cubiertos de cedros, alcornoques y abetos: ¡una “pequeña Suiza” en Marruecos! Además, se trata de una de las regiones más verdes del país que podrás disfrutar durante tus vacaciones en Marruecos.
Te recomiendo que visites Akchour en verano, el paisaje es totalmente campestre : el Rif se cubre de flores silvestres, conformando una preciosa estampa bañada por las aguas del Oued El Kelaa.
Una vez que llegues a Akchour debes visitar el “Puente de Dios”: se trata de un gran arco natural, fruto de la erosión, que se alza sobre el Oued Farda. Uno de los paisajes más espectaculares e insólitos del Rif.