4 / 5 - Una opinión
Duración mínima
Un día
Este desierto es más pequeño que el de Chegaga o Chegigi pero los paisajes son igual de bonitos. Es agradable pasar un noche al raso y continuar con una ruta de senderismo por la zona de las gargantas para llegar hasta el verde oasis de Taghbalt.
Lo que me pareció interesante son los diversos y variados paisajes de esta región. Se pasa de un desierto de rocas y arena a oasis verdes con la cadena del Atlas como telón de fondo. Un contraste que aprecié particularmente.
Si tienes tiempo, en los alrededores hay numerosos grabados rupestres para descubrir, sobre todo en la zona de Aït Ouazik situada más al sur, uno de los lugares más ricos del paisaje con sus piedras grabadas. Una excursión apasionante.