Los primeros días del recorrido de los Annapurnas no son los más agradables, pues hay que tomar un camino, que pasa por senderos de caminatas y carreteras de vehículos, que desfiguran un poco el paisaje.
Por supuesto, los paisajes siguen siendo fantásticos y la gente encantadora. Tan sólo hice una pausa para beber un té en Dharapani, pero el pueblo me pareció muy grato. Por otra parte, no es por nada que forma parte de las paradas favoritas, de agencias y excursionistas, en la que pasar la noche (aunque eso puede que haya cambiado, pues yo hice la ruta antes del terremoto de 2015)
Si haces alguna escala en tu viaje por Nepal, te darás cuenta de los cambios en la vegetación, la selva tropical de los tramos anteriores va transformándose gradualmente en arbustos y coníferas. El clima también es más fresco, ¡hurra!, pronto nos acercamos a las montañas.
Tengo que señalar que visité Nepal antes del terremoto de 2015, así que es posible que los lugares hayan cambiado mucho desde entonces.