Creo que cuando uno es un amante del trekking, piensa en él todas las noches, en la ducha o al darse un baño tras el gran esfuerzo. Hablamos de Tatopani, cuyo nombre quiere decir "agua caliente", después de haber estado algo faltos de nuestras comodidades occidentales en los pasados días, ahora se ve como un sueño en la distancia.
Pasando por alto el, un tanto cómico, aspecto de estos turistas con sus rostros bronceados y sus cuerpos pálidos, amontonados y embutidos en un posible caldo de cultivo para las bacterias. Y obviando también, al pagar el derecho de entrada, el sentimiento de ser un poco víctimas de la explotación de la situación. Cierra los ojos, piensa en el entorno en que te encuentras, intenta aislarte de los ruidos ambientales, y disfruta...
Encontrarás una segunda juventud y estarás preparado para afrontar las pocas etapas que te separan de la llegada.
*Traslos fuertes terremotos sufridos en Nepal en abril y mayo de 2015, el país sigue reconstruyéndose poco a poco. Este artículo se ha escrito antes de la catástrofe.
Fui a Tatopani principalmente por sus célebres fuentes de aguas termales que me parecían muy apetecibles tras una semana de caminata.
Estoy muy entusiasmado en mi llegada, pero menuda decepción me llevé. La fuente se parece a una piscina o un estanque de 3 metros por 5 en donde se amontonaba una decena de personas. En mi opinión el lugar no tiene nada de natural ni relajante. Ni siquiera me bañé. Además los dueños fueron bastante desagradables.
Así que me marché a dar un paseo por el pueblo. El lugar está bien pero no es nada del otro mundo. Como el pueblo está situado en la carretera principal, el tráfico es constante. Mientras tomaba el desayuno, llegó un autobús y me encontré en medio de una muchedumbre de gente no muy amable.
Sin embargo, la etapa de Tatopani ha sido muy práctica para poder regresar a Pokhara aunque sin duda no es mi lugar favorito en mi viaje por Nepal.
La llegada a Tatopani fue sencillamente genial. Tras quince días de marcha entre bosques de coníferas, desiertos de piedra y altas montañas, este lugar me pareció de lo más idílico. Aquí, la vegetación es tropical, hace mucho calor y de telón de fondo están los magníficos picos montañosos nevados. ¡Es todo un contraste alucinante!
Si os decidís también marchar por el Anapurna durante vuestro viaje por Nepal, tendréis multitud de opciones en cuanto a itinerarios. Muchos se deciden por finalizar sus rutas aquí en Tatopani, después de haber chapoteado en sus aguas termales. Yo en cambio elegí prolongar la ruta subiendo hacia Pokhara a través de Ghorapani, Tadapani y Phedi. El desvío, aunque sea un poco fuerte, vale realmente la pena.
He de añadir que visité Nepal antes del terremoto del año 2015, por lo que es posible que estos lugares hayan cambiado sustancialmente después de aquello.