Por este tranquilo pueblo discurre un río que desciende directamente de las cumbres que nos disponíamos a recorrer. En el momento en el que este artículo fue redactado, aún se notaban las secuelas del terremoto que sacudió Nepal en dos ocasiones, el 25 de abril y el 12 de mayo de 2015. Se trata de la puerta de entrada a la Nepal más rural y a los puntos de mayor altitud del país, donde los habitantes y senderistas comparten austeridad en un ambiente rústico y agradable. Olvídate por un tiempo de darte largas duchas de agua caliente y disfruta al máximo de este privilegiado entorno libre de contaminación.
Aunque no tiene mucho sentido permanecer demasiado tiempo en la ciudad, Sundarijal fue para nosotros el punto de partida de dos rutas de senderismo que se pueden recorrer en una o dos semanas y que se encuentran entre las más reputadas de Nepal. Lo ideal es realizarlas en compañía de un guía y/o un porteador (sherpa).
Al abandonar el pueblo comienza la aventura. Para empezar, hay que subir un largo un tramo de escaleras, una pendiente de 400 metros que conduce al Parque Nacional Shivapuri Nagarjun. Una vez pagada la entrada, se llega a la pequeña aldea de Mulkharka. El poder disfrutar de unas vistas espectaculares es el primer regalo de los muchos que depara esta ruta de senderismo.
Si quieres huir del bullicio del centro de Katmandú, considera realizar una escapada a Sundarijal en tu viaje por Nepal. En el noreste de Katmandú, el pueblo vecino al Parque Nacional de Shivapuri. Ya sea que vayas por carretera al recorrido, o en una tarde libre, disfruta de este rincón de la naturaleza por unas horas.
El lugar es muy apreciado por los nepaleses que se acercan a contemplar las cascadas del río Bagmati. El entorno está destinado a la diosa hindú Sundarimai, y aparece como un sitio sagrado. Es muy agradable pasear bajo los árboles y disfrutar del frescor de la naturaleza.
Recuerdo haber llegado a Sundarijal en moto, junto a unos amigos del país. Los caminos de tierra están llenos de baches, pero qué maravilla es atravesar estos pueblecitos. Hicimos un alto en uno de ellos y me tomé unos cuantos cuencos de chang (cerveza de mijo). Momentos auténticos seguidos por un delicioso dal bhat frente a la cascada de Sundarijal.
Tengo que añadir que visité Nepal antes del terremoto de 2015, así que es posible que algunos de los lugares hayan cambiado mucho desde entonces.