Desde los orígenes hasta la caída del reino
En sus orígenes, Nepal no era más que un lago que albergaba una serpiente. Un sabio chino se detuvo en él para meditar antes de vaciarlo y construir sobre él la ciudad de Katmandú. Eso cuenta la leyenda.
Entre el año 700 a. de C. y el 300, el país sufrió numerosas invasiones por parte de los kiratas y de los licchavi. Desde entonces y hasta el año 700, Nepal vivió sus años de mayor esplendor y riqueza. Sin embargo, tras la caída de los licchavi, comenzó un periodo bastante difícil. La inestabilidad sacudía el reino, ya que estaba dividido en numerosas ciudades estado, hasta que el soberano de Gorkha, Prithvi Narayan, comenzó un proceso de unificación. No fue una empresa sencilla pero logró unificar 60 estados.
Durante 4 años, entre el 1814 y 1818, tuvo lugar una guerra con la India, hasta que se firmó un tratado de paz en Katmandú, en presencia de un representante británico. El país entró a partir de ahí en un periodo de complots políticos y masacres hasta que el Primer Ministro, Jang Bahadur, llegó al poder en 1848.
Desde la dinastía Rana hasta nuestros días
Desde 1848 hasta 1951, la dinastía Rana gobernó el país y Nepal se cerró al mundo. Tras años de guerras y periodos de conflictos, el país logró finalmente su independencia en 1923. En 1951, con la ayuda de la India, el rey Tribhuvan recuperó el poder, poniendo fin a la dinastía Rana.
En los años 90, Nepal se sumió en un periodo de gran inestabilidad. 1996 es el año de inicio del conflicto con los los maoístas. Los problemas de seguridad eran de tal calibre que se declaró el estado de emergencia entre 2002 y 2006. Antes, los maoístas habían sido los grandes vencedores de las últimas elecciones nacionales. Poner fin al sistema de castas, devolver la tierra al pueblo, lograr la igualdad entre hombres y mujeres, abolir la monarquía... Sus proyectos y frentes abiertos eran numerosos. La violencia estalló en las calles y algunos miembros de la familia real fueron asesinados. En 2008 el líder maoísta Prachanda fue elegido Primer Ministro. Actualmente, los enfrentamientos se producen en las instituciones, las calles han vuelto a ser seguras. ¿Hasta cuando será así? Lograr que esta seguridad sea permanente es una de las tareas pendientes del país.
