Para aprovechar lo mejor posible un viaje a Polonia en general y en Breslavia en particular, comencé por visitar el centro histórico "Ostrow Tumski". Me perdí por sus callecitas adoquinadas y me tomé un buen té caliente, aunque quizá prefieras una cerveza bien fresquita en una terraza, según la temporada. Sobre todo, imprégnate del ambiente de esta ciudad dentro de la ciudad.
Levanta la vista y podrás comprobar que cada fachada es única. Hay pocas que se parezcan entre sí. Recorre las callejuelas reconstruidas y, después, las pequeñas galerías de arte.
Por último, te aconsejo visitar la oficina de turismo y solicitar el mapa con el inventario de los gnomos. Sí, efectivamente hay gnomos. Están por toda Breslavia y, sin duda, es una de las formas más graciosas de descubrir el lugar. Juega como un niño a encontrarlos todos. Atención: algunos están muy bien escondidos.
Mi impresión es que Breslavia ha conseguido reunir lo mejor de las ciudades polacas y por eso es una de mis preferidas. Fantástica, la mires por donde la mires. Breslavia, al igual que Cracovia, tiene un casco viejo precioso. Como tantas ciudades polacas, encierra una plaza central que deja con la boca abierta a cualquiera. Te sientes muy cómodo/a allí. El ritmo de vida es tranquilo y relajado y los numerosos parques pintan el paisaje urbano de verde.
En resumen, Breslavia es una de las ciudades más dinámicas de Polonia, ya sea desde el punto de vista económico (es un importante centro industrial en el país), cultural o social. Cuenta con muchos teatros y galerías. Además, es una ciudad universitaria y la comunidad estudiantil le transmite una vitalidad (igualmente festiva) a la ciudad.
Por último, seguro que Breslavia no te decepcionará. No te la puedes perder si pasas unas vacaciones en Polonia.
Breslavia es la típica ciudad polaca, con su casco histórico y sus casas de colorines, aunque de entrada ya se nota que tiene mucho más que ofrecer. Al andar por las calles vi que había mucha gente joven, tiendas de diseñadores originales, murales en los edificios... Todo eso le da a la ciudad mucha vida. Además, cuenta con un sistema de transporte público estupendo.
Otra ventaja es que la atraviesa un río formando varias islas unidas por puentes. Así, cada paseo es una experiencia agradable y entretenida, ya sea en pareja, con amigos o en familia.
Una forma muy original de explorar la ciudad es «hacer la ruta de los enanitos», es decir, salir a buscar las estatuillas de los gnomos, que están dispersas por toda la ciudad.
Definitivamente, Breslavia fue una etapa interesante de mi viaje a Polonia.