Durante mi último viaje por Sudáfrica, pasé tres días en Drakensberg. Pronto me arrepentí de no haber reservado una estancia más larga en estas montañas declaradas Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Caminatas a pie para los senderistas, paseos a caballo para los amantes de la equitación, ascensión a cumbres de casi 3500 metros de altitud, pinturas rupestres para los aficionados a la arqueología… Hay mucho que hacer en Drakensberg. Te aconsejo que pases al menos 5 días allí para poder aprovechar al máximo esta región de ensueño. Da prioridad al Sani Pass, al Giant’s Castle, al Champagne Castle y al Mont-aux-Sources.
Los montes de Drakensberg se pueden ver en tres partes distintas, y cada una cuenta con sus propias particularidades. La sección norte es la parte más elevada de la cordillera montañosa, con varias cumbres que superan los 3.000 metros de altitud. Las montañas separan África del Sur del Reino de Lesotho. Me encantó esta parte porque para mí posee las formas montañosas más originales.
La parte central permite hacer algunas caminatas alrededor del Cathedral Peak. Las vistas de las colinas verdes que lo rodean son asombrosas. También disfruté haciendo algunas pausas por las cascadas y atravesando las selvas tropicales.
Uno de los panoramas más bonitos de la región es sin duda el Anfiteatro. Este macizo montañoso me transportó a la prehistoria por su relieve y el color de las rocas. Los caminos de senderismo están en buen estado y hay bastantes indicaciones.