Hua Hin es una estación balnearia que valoran tanto los lugareños como los extranjeros.
Aconsejo:
Si buscas hermosas playas paradisiacas, no las encontrarás aquí. Sin embargo, la ciudad tiene la ventaja de encontrarse en una bonita región y cuenta con todas las comodidades de una ciudad moderna.
Mi opinión
Me parece que todas las veces que estuve Hua Hin, fui a la pequeña colina de Takiap, situada al final de la gran playa de Hua Hin. No sabría decir si fue por la diversión de ver a los monos que habitaban en la colina o por la admiración de las vistas que se veían desde lo alto del templo, pero me encantó este lugar. Hua Hin gustará a aquellos que quieren relajarse cuando están de viaje.
Aunque la playa no me atrae especialmente, sobre todo por su agua marrón (debido a que está removida por las olas de esta parte de la costa), eso no me impide valorar Hua Hin en su justa medida. No te confundas, la propia familia real tiene una residencia allí.
Entre los sitios que merece la pena echar un vistazo, elegiría la estación de Hua Hin y su edificio de madera, el mercado nocturno que está un par de calles más allá para deleitar tu paladar o comprar recuerdos, o el mercado diurno que hay a la entrada de la ciudad, que reproduce un ambiente de los años 50/60.
Para ir más lejos, te invito a que visites la impresionante estatua de un monje en Wat Huay Mongkol, a algunos kilómetros de allí, y también las colinas de viñedos, porque, efectivamente, ¡aquí se fabrica vino!
