Fremantle fue la puerta de entrada de los primeros colonos australianos. Es por otra parte allí donde se encuentra una prisión bastante impresionante. Se puede visitar para aprender un poco más sobre esta ciudad y la región de « Western Australia », que no es tan conocida como otras regiones del país.
Si Perth está en tu itinerario por Australia, no te pierdas la visita a Fremantle, que a nivel arquitectónico, ha sabido conservar su autenticidad. Muchos edificios datan de la época de la colonización, y en ese nivel se constata la influencia inglesa.
Fremantle es una ciudad agradable en la que pasear y deambular por las calles, por el puerto o a lo largo de la costa. Durante mi paseo, me paré en un mercado cubierto, un hermoso edificio con numerosas tiendas. Había incluso un vendedor de crepes deliciosas. Es agradable encontrar algo así después de vivir allí 4 meses.
Para terminar el día, hice una pausa en el pub "Little Creature", un pub muy conocido de la ciudad en el que la cerveza se hace en el mismo pub. Hay una terraza que da al puerto y en donde se puede jugar a la petanca.
No puedes ir a Perth, sin visitar Fremantle. A sólo 30 minutos de la capital del suroeste, esta ciudad dinámica, con fachadas coloniales, despertará todos tus sentidos. La música está omnipresente en Freo, patria de grupos como John Butler Trio. Freo posee una escena musical rica y vibrante. Si no estás allí durante alguno de los muchos festivales que tienen lugar a lo largo del año, siempre podrás escuchar música en vivo, casi por todas partes, en los bares o incluso en las calles. Fremantle también es un placer para los ojos: una ciudad artística con arte callejero, pero también galerías de arte moderno o aborigen.
Para mi, Fremantle es un bello paréntesis en Perth. El fin de semana, me gustó mucho el mercado cubierto, donde me perdí en el dédalo de más de 150 puestos. Joyas hechas a mano, productos cosméticos, pasando por frutas y verduras... se encuentra de todo; allí se puede comer, es una maravilla. Me pareció que en Fremantle la gente se toma el tiempo para vivir, para disfrutar de la vida; es una ciudad hecha para los epicúreos, ¡un lugar un poco hippie y realmente genial!
Para el lado histórico, al final de la calle principal High Street, sube a la Round House: una antigua prisión que data de 1831, que ofrece una agradable vista panorámica al mar. Allí se encerraba a los prisioneros aborígenes, para después enviarlos a la isla de Rottnest, que, además, te aconsejo visitar durante tu estancia en Australia. Los barcos para ir a la isla salen de Fremantle. En Rottnest Island, se circula en bicicleta; encontrarás playas paradisiacas y bosques de pinos, donde viven los quokkas (pequeños ualabís): el emblema de la isla. Finalmente, por los alrededores de Fremantle, te recomiendo la playa de South Beach. Y para sensaciones fuertes, por la zona del barrio de Mellville, ¡puedes, como yo, saltar de los acantalados, en la Swan River!