Para mí, Jervis Bay es una playa típica de Queensland (¡un verdadero paraíso!), situada en la mitad sur del país: son playas de arena tan fina que cualquiera diría que están hechas de terciopelo, sumadas a un mar de un color turquesa tan intenso como el del Caribe y a una extraordinaria vida submarina, con tiburones como especies destacadas. Si tomas la ruta costera entre Melbourne y Síndey, una parada en Jervis Bay está más que recomendada.
Aquí existen algunos campings donde podrás meter los pies en el agua y contemplar el amanecer sobre el mar.
Conviene que sepas, no obstante, que desde finales de diciembre hasta comienzos de febrero, la bahía de Jervis pierde un poco de su encanto debido a la llegada masiva de turistas.
Las playas de arena blanca y aguas turquesas de la Bahía de Jervis se encuentran entre las másbonitas de Australia e incluso del mundo. Las playas están vigiladas, por lo que puedes dedicarte a disfrutar del surf y a nadar con total tranquilidad. Las numerosas playas, lagunas y calas de la bahía son un paraíso para la navegación, así como para hacer kayak y piragüismo.
Los parques nacionales de la Bahía de Jervis y sus bosques costeros son perfectos para practicar senderismo, con magníficas rutas para hacer caminatas o subirse a la bici de montaña.
En cuanto a la fauna, Bahia de Jervis es también un paraíso. Los delfines viven y juegan en la bahía durante todo el año. También, es uno de los mejores lugares de Australia para ver a las ballenas durante su migración anual, incluyendo las ballenas jorobadas y las ballenas francas, de junio a noviembre. Nosotros no tuvimos tiempo para hacer un crucero, pero sí que pudimos ver a los preciosos canguros, los wallabies, los wómbats e incluso a los equidnas.