Situada en el Trópico de Capricornio, esta ciudad fue fundada a mediados del siglo XIX. Toda la región sufre de una mala reputación, debido a la contaminación que causan sus puertos a la Gran Barrera de Coral. Las actividades ganaderas y mineras son particularmente dañinas para los fondos marinos.
Para disfrutar de un agradable paseo, acude al casco antiguo de la ciudad y camina a lo largo del río Fitzroy. La localidad cuenta con bellos edificios victorianos, como la oficina de correos.
Otras atracciones locales: el sendero de interpretación "Dreamtime" del Centro Cultural Aborígen y la granja de cocodrilos de Koorana.
Por último, si las ciudades australianas no te fascinan (¡lo entiendo perfectamente!), opta por una estancia en una de las pequeñas islas. A mi me encantó la isla de Heron, cuyas pequeñas infraestructuras son gestionadas respetando el medio ambiente. Estas islas son un paraíso para hacer buceo, surf de remo o, simplemente, para nadar y explorar.