No hay mucho que hacer en Mission beach aparte de relajarse bajo los cocoteros. Allí pasé unos momentos inolvidables. Hay al menos 2 ó 3 actividades divertidas que se pueden hacer durante tu visita. Puedes hacer una caminata por el bosque tropical, con un guía preferiblemente, que te explicará todo lo que hay que saber o hacer sobre el paracaídas por encima de la barrera de coral y el bosque tropical.
Disfruta también de pasar un día en Dunk Island, una pequeña isla frente a la costa, poco frecuentada y en la que encontrarás playas enteramente para tí. Por el contrario, en algunas épocas tendrás que bañarte con un mono puesto a causa de las medusas, aunque vale realmente la pena porque la barrera de coral está muy cerca, y se pueden ver muchos peces y corales.
Por último, ¡relájate! Un ejemplo: cojí un coco, me lo abrireron en el albergue juvenil donde me alojaba, y después me lo comí tumbado en mi hamaca junto a la piscina... ¡el paraíso! No te lo pierdas durante tu recorrido por Australia.
Mission Beach combina el arte de vivir, la buena mesa, la cultura y el deporte en el medio de un bosque exuberante y protegido. Recuerdo la ruta que lleva de Tully (la ciudad de la Bota de LLuvia Gigante) a Mission Beach: ¡sencillamente sublime! Montañas, palmeras, bananeros, selvas vírgenes y campos de caña de azúcar se entremezclan; ¡puestas de sol como pocas! ¡Guardo un recuerdo imperecedero!
Aquí estás en el país del casuario: animal fiero y peligroso, representado por una estatua de 5 metros de alto, a la entrada del centro comercial de Wongaling Beach y que está hoy día protegido porque se haya en vías de extinción.
Me sorprendió ver que en Mission Beach te paseas por el medio de hermosas casas, palmeras, cafés y tiendas, en un ambiente excepcional, muy tranquilo y distendido. Un reloj te da la bienvenida en la calle de Porter Promenade. Ahí, un camino peatonal te lleva a la playa, desierta cuando yo fui, y te ofrece una magnífica vista de Dunk Island.
Mission Beach le gustará a todo el mundo: a los románticos y enamorados en luna de miel, los aventureros en busca de sensaciones fuertes, pero también a las familias, o incluso los ecologistas que desean descubrir la naturaleza. Es más, hay una eco-aldea en Mission Beach que solo recoge opiniones positivas. ¡Todo el mundo podrá sacar provecho!